

Gea de Albarracín: Un Tesoro de Arquitectura Tradicional
El blog de Casa Rural El Garrote
Gea de Albarracín, un pintoresco municipio ubicado en la provincia de Teruel, es conocido por su impresionante arquitectura tradicional que se remonta a tiempos medievales. La historia de este pequeño pero significativo pueblo está marcada por la expulsión de los moriscos en 1610, un evento que transformó profundamente la estructura social y cultural de la zona. De los 2.160 moriscos que habitaban Gea, solo 80 cristianos viejos quedaron en el pueblo, convirtiéndolo en uno de los lugares de Aragón con mayor número de desterrados durante la época de la expulsión.
La Historia de Gea de Albarracín
La historia de Gea de Albarracín está íntimamente ligada a su economía tradicional, centrada en la agricultura, la ganadería y la artesanía. A lo largo de los siglos, sus habitantes se dedicaron al cultivo de la tierra y la cría de animales, mientras que también mantenían una fuerte tradición artesanal. Entre las actividades más destacadas, la elaboración de productos de barro y la fabricación de telares fueron fundamentales en la vida cotidiana de la población. Estas ocupaciones siguieron siendo una parte importante de la identidad de Gea, incluso después de la expulsión de los moriscos, reflejando el carácter resiliente y trabajador de sus gentes.
La arquitectura de Gea de Albarracín, heredada de su pasado medieval, presenta características muy particulares que la hacen única en la región. Las construcciones de esta época, de entre los siglos XV y XVI, son pequeñas, compactas y funcionales, adaptadas a las necesidades de sus habitantes y al entorno montañoso. Las viviendas, que apenas ocupan entre 30 y 50 metros cuadrados, están diseñadas para aprovechar al máximo el espacio disponible.
En su planta baja, los edificios albergan las cuadras y el zaguán, elementos fundamentales para la vida rural, ya que permitían guardar el ganado y facilitar el acceso a la vivienda. En la primera planta se encuentra la cocina y las alcobas, el centro de la vida familiar, mientras que en las plantas superiores, si las hay, se localizan los graneros y solanares, utilizados para almacenar la cosecha y protegerla de las inclemencias del tiempo.
Uno de los elementos más destacables de la arquitectura de Gea de Albarracín es el uso de la madera en las estructuras. Este material, accesible en la zona, se utilizaba para las vigas y soportes de los techos, lo que le daba a las viviendas un toque cálido y rústico. Los paños de las paredes, por su parte, estaban elaborados con yeso, lo que proporcionaba un aislamiento adecuado para proteger del frío invernal.
Las fachadas de las viviendas en Gea de Albarracín se caracterizan por la presencia de voladizos y aleros que, al sobresalir de la estructura, crean una sensación de cercanía entre las casas. Estos voladizos contribuyen a que las construcciones parezcan casi tocarse entre sí, lo que a su vez otorga al pueblo un aspecto único y armonioso. Los muros de las viviendas están hechos de aljez rojo, un material que es característico de la zona y que aporta un color cálido y acogedor a las edificaciones.
El diseño de estas viviendas no solo responde a las necesidades de espacio y funcionalidad, sino que también refleja una profunda conexión con la tradición arquitectónica de Gea de Albarracín y de su vecina Albarracín. A pesar de las transformaciones que han ocurrido con el paso del tiempo, la esencia de la arquitectura medieval de Gea sigue viva, y sus construcciones continúan siendo un testimonio de la historia y la cultura de la región.
Hoy en día, Gea de Albarracín sigue siendo un lugar donde la arquitectura tradicional y la historia conviven en armonía. Los turistas y visitantes que recorren el pueblo tienen la oportunidad de admirar sus singulares viviendas, sus hermosas calles empedradas y la quietud de un entorno que parece detenido en el tiempo. La arquitectura de Gea, con sus raíces medievales, sigue siendo uno de los principales atractivos del pueblo y un reflejo de la identidad y la resistencia de su gente a lo largo de los siglos.
En resumen, Gea de Albarracín es un lugar que, a través de su arquitectura, nos conecta con su pasado medieval y nos invita a reflexionar sobre la historia de su población. La belleza y funcionalidad de sus construcciones, que han resistido el paso del tiempo, siguen siendo un testimonio de la cultura rural y artesanal que ha caracterizado a esta localidad durante siglos.