

Ruta senderista por la pintura rupestre El Navazo
El blog de Casa Rural El Garrote
Si buscas una ruta senderista que combine naturaleza, historia y unas vistas espectaculares, el recorrido circular Albarracín – El Navazo es una opción ideal. Con una distancia de 10,2 km y una duración aproximada de 4 horas, esta ruta te llevará a través de los paisajes más característicos de los Pinares de Rodeno.
Inicio de la ruta: descenso hacia el Barranco del Cabrerizo
El recorrido comienza en las afueras de Albarracín, descendiendo por terrenos de cultivo hasta el fondo del barranco del Cabrerizo. Aquí empiezan a aparecer las emblemáticas areniscas rojas que caracterizan este Paisaje Protegido, formando imponentes cortados y riscos que acompañarán gran parte del itinerario.
Ascenso entre chopos, pinares y carrascas
Desde el barranco, la ruta asciende entre pequeñas huertas donde destacan los grandes ejemplares de chopo cano (Populus canescens), cuyas hojas adquieren un tono rojizo en otoño, creando un paisaje de gran belleza. A medida que se gana altura, la vegetación cambia: en las zonas más soleadas predomina el pino rodeno (Pinus pinaster), mientras que en las umbrías aparecen carrascas (Quercus ilex) y sabinas (Juniperus thurifera).
Puntos de interés: abrigos y miradores
El sendero pasa por el Abrigo del Cabrerizo y la Fuente del Cabrerizo antes de llegar a un desvío que asciende hasta el mirador del Cabrerizo. Desde este punto se pueden apreciar las impresionantes formaciones rocosas del barranco, ofreciendo una panorámica espectacular.
El Área Recreativa del Navazo y los abrigos rupestres
Continuando el recorrido, se llega al Área Recreativa del Navazo, un entorno ideal para hacer una pausa y disfrutar del paisaje. Desde aquí, la ruta serpentea por una pista forestal bajo un denso pinar, pasando por importantes abrigos rupestres como el de los Toros del Prado del Navazo y el del Tío Campano. Estos enclaves, con pinturas prehistóricas, son testimonio del antiguo uso de estos parajes por comunidades humanas hace miles de años.
Regreso a Albarracín
Siguiendo el sendero, se alcanzan el Abrigo de Lázaro y el Abrigo de los Cazadores del Navazo. A partir de aquí, el paisaje cambia de nuevo, abriéndose hacia una zona de monte despejado desde la que se divisa la majestuosa silueta de Albarracín. El descenso final atraviesa un pequeño «jardín botánico» donde se pueden observar diversas especies forestales propias del Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno.
Esta ruta es un viaje a través del tiempo y la naturaleza, un recorrido que combina la belleza geológica de las areniscas, la riqueza botánica del pinar y la historia de los antiguos habitantes de la zona. Ya sea por su valor paisajístico, su biodiversidad o su interés cultural, la ruta Albarracín – El Navazo es una experiencia imprescindible para los amantes del senderismo.